domingo, 27 de marzo de 2011

Dolorosa miseria

Me emborracho porque soy pobre, y soy más pobre porque me emborracho.

Chitamum

(Chitam: cerdo, uc'um: río; Chitamucum: Río de cerdos)


A Chitamucum llegamos el sábado 19 de marzo, allí estuvimos hasta el martes 22 en la madrugada. Es una comunidad de más de 300 habitantes y como indica su nombre, está a orillas del río, aunque ya no hay tantos cerdos como en otros tiempos. Es la frontera del territorio tzeltal, pues al otro lado del río ya viven los tsotsiles, pastores de ovejas. De hecho, en Chitamucum el tzeltal es ya un poco distinto y pueden hablar tsotsil también.


El lugar, bellísimo, tiene la tristeza de la tragedia. En 1997, en octubre, semanas antes de lo que sucedió en Acteal, en una noche de tormenta, un grupo de paramilitares asesinó a una familia entera. Las razones son confusas, al parecer antes todo el pueblo era zapatista y luego se divieron, alguien intentó aprovecharse del conflicto para obtener ventajas y ocurrió la tragedia. El pueblo nunca volvió a hacer el mismo, y a pesar de que la Misión trabajó por más de una año buscando la reconciliación entre los distintos grupos en conflicto (nunca se supo quiénes eran los asesinos, pues no eran del pueblo), todavía quedan las dolorosas cicatrices.


El martes 22 regresamos a Bachajón por el territorio tsotsil, con mejores carreteras, seguimos la ruta Pantelhó-San Cristóbal de Las Casas-Ocosingo-Bachajón.



Rumbo a Chitamucum


Del 18 al 22 de marzo, fuimos a Chitamucum un tzeltal ex-militar, un italiana estudiante de postdoctorado y yo. El viaje tenía el propósito de realizar una investigación en esa comunidad, la cual posteriormente servirá para los programas a implementar de la coordinación de Desarrollo Integral Sustentable de la Misión de Bachajón.




Entonces salimos el viernes 18, alrededor de las 8:30 a.m. de Bachajón hacia Chilón, dónde nos habían asegurado viajes casi cada hora rumbo a Achic'lum desde dónde caminaríamos alrededor de una hora para entrar a Chitamucum. Así pues, llegamos bastante confiados a Chilón; sin embargo, allá nos dijeron que el camión a Achic'lum no estaba, pero si tomábamos la camioneta a Nuevo Progreso (ya en las montañas), con toda seguridad encontraríamos algún transporte con nuestro destino.




Llegando a Nuevo Progreso, nos indicaron que el transporte pasaba a 10 minutos caminados, en la población de Tzajalá. Allá entramos; esta comunidad es relativamente grande, viven en ella más de 2,000 habitantes, tiene la particularidad de tener calles estrechísimas, cosa muy rara, pues normalmente a los tzeltales les gusta tener una espacio amplio entre casas. En Tzajalá nos mencionaron como parte segura de la ruta a Achic'lum a Chiviltic, también nos indicaron un atajo en la montaña.


Tomamos el atajo y llegamos a Chiviltic cerca de 3 horas después, donde descansamos un poco para tomar agua y comer un poco de pan y mandarinas. En este poblado nos aseguraron que el camión rumbo a Achic'lum, estaba a minutos de pasar. Decidimos adelantarnos y caminar un poco.




Poco más de 3 horas después llegamos caminando a Achic'lum, también llamado Pueblo Nuevo Sitalá (Achic': nuevo; lum: tierra o pueblo), justo antes del anochecer. Allí nos dieron hospedaje y pasamos la noche. Esta comunidad a semejanza de Tzajalá, también tiene calles estrechísimas, adecuadas para que cualquier epidemia se extienda rápidamente; también tiene la particularidad de tener 13 iglesias de distinta tradición cristiana, incluyendo la católica; número altísimo, si se toma en cuenta que viven alrededor de 3,000 habitantes.




Al día siguiente, a las 6:20 a.m., salimos con rumbo a Chitamucum, en las faldas del cerro, el trayecto fue de 3 horas.







Juan López

Juan López fue un bachajonteco que encabezó una rebelión fallida de los tzeltales, una mezcla de Hércules griego con Augusto Sandino, el nicaragüense; y un poco de mesianismo artúrico. Su origen es oscuro, se dice que un dios del inframundo (allá es dónde residen los dioses) embarazó a una joven tzeltal que estaba en una cueva refugiándose de la lluvia.


Su nombre se hizo famoso cuando fue uno de los generales de la rebelión inspirada por María de la Candelaria, la niña originaria de San Juan Cancuc que tuvo visiones de la Virgen del Rosario pidiéndole la liberación de los indígenas. Sus aventuras y trabajos lo hicieron legendario, de hecho, la caprichosa orografía de Chiapas guarda memoria de sus proezas.


Llegó a tener tanto prestigio, que los mismos de Cancuc lo intentaron matar: si le cortaban la cabeza, pero se la volvía a colocar; si le cortaban cualquier miembro, pero se lo volvía a acomodar; finalmente lo cortaron en múltiples pedazos y cada pedazo lo tiraron en una cueva distinta a lo largo de las montañas; sin embargo, se volvieron a juntar, pues todas las cuevas llevan al mismo lugar. Allá abajo, en las cuevas, está esperando el momento en el cual regresará para liberar definitivamente a los bats'il winik de la dominación kaxlan. En castigo, los hombres cancuquenses todavía visten su falda de manta arriba de la rodilla.


Hace unos años, me comentó un tzeltal, en el D.F. vieron un hombre, joven por las mañanas y viejo por las noches, todos los días, finalmente se dieron cuenta de que era el mismo, y era Juan López, luego desapareció. Otros aseguran se alzó con los zapatistas, pero luego volvió a las cuevas, esperando el momento adecuado.


Referencias: Nuestra Raíz (Te jLohp'tik) de Jan De Vos; tradición popular (Pascual Pérez, Santiago Cortés, ....)




miércoles, 23 de marzo de 2011

En memoria de Jorge y Javier, a un año y 4 días.

Hace poco más de un año, en los primeros minutos del viernes 19 de marzo de 2010, hubo una balacera en las calles Luis Elizondo esquina con Garza Sada, enfrente de una de las puertas principales del Tec de Monterrey; aquella era la víspera del CENEVAL, el examen en el que casi todo estudiante a punto de graduarse ve 4 años y medio de estudios o más, en cuestión de pocas horas. Aquella noche todavía era parte de uno de los periodos de desveladas intensas y alto consumo de cafeína (en modalidad de café, coca-cola o energy drink) tan normales en la comunidad Tec, afuera restaurantes, bares y antros estaban abiertos y con clientela pues apenas serían cerca de las 00:40 horas.
Recuerdo que aquella noche, aunque pretendía quedarme hasta más tarde, el fastidio de permanecer en el Tec me venció y decidí irme a estudiar a Buenos Aires 200, en donde estaba viviendo por la temporada, a escasas tres cuadras de Luis Elizondo esquina con Garza Sada. En el camino me encontré con varios conocidos con los cuales compartí un saludo algo cansado.
En cuanto llegué a casa, lo primero que hice fue dejar la mochila en una silla, abrir la libreta e ir por un vaso con agua. Apenas estaba volviendo a la mesa en la cual estaba la libreta, con el vaso lleno de agua, cuando un sonido parecido a el estallido de cohetes de feria, aunque muchísimo más intenso, hizo pedazos el silencio de la noche. El martilleo de las balas, duraría sus buenas 2 horas, a ratos creciente, otros decreciente o con incómodos silencios. Como a las 3 a.m. me fui a dormir.
Al día siguiente, durante el CENEVAL, la balacera fue un tema comentado, todos sabíamos de dos muertos, presuntamente narcos. Alrededor de mediodía hubo un comunicado oficial del Tec, en el cual se aseguraba que ningún miembro de la comunidad había sido dañado; el efecto fue como un viento barredor de nubes y los pensamientos sobre la balacera dieron paso a otros más placenteros sobre la clásica celebración post examen. El incidente era ahora una anécdota para recordar alguna vez.
Sin embargo, otro comunicado la tarde del día siguiente, sábado, y el encabezado de los periódicos la mañana del domingo, reventaron la cómoda burbuja. Jorge y Javier, ambos brillantes estudiantes becados de postgrado (uno en maestría, el otro en doctorado), habían muerto en medio del fuego cruzado, los dos volvían a sus departamentos, luego de un largo día de trabajo. El incidente era ahora una dolorosa herida para no olvidar. El santuario que era el ITESM había sido profanado.
Aquella semana fue una de luto, no podíamos creer el suceso. Después de todo, era el ITESM, una de las universidades con más prestigio en México y quizás en América Latina, la punta de lanza del desarrollo de nuestro país, todo era tan perfecto, ¿cómo podía ocurrir algo así?
El rector tomó la responsabilidad, hubo marcha, homenaje, nada volvió a ser igual. Por el resto del semestre, el Tec, el campus que nunca duerme (excepto, quizás, en las dos primeras semanas de cada semestre), se volvió casi fantasma a partir de las 10 p.m.; los pasillos, antes tan iluminados, se volvieron oscuros; los puestos de tacos, antes tan activos, cerraron; la puerta de Luis Elizondo y Garza Sada fue clausurada. Para el siguiente semestre, se blindó todavía más la universidad, se impusieron horarios nocturos, nuevas credenciales, recomendaciones. Se perdió la inocencia y nos abrió los ojos a la dolorosa realidad de la guerra contra el narco en nuestro país. Guerra causada, entre otras cosas, por las injusticias sociales presentes en nuestra sociedad.
Ahora, con los ojos abiertos, ya no podemos quedarnos mirando a la tierra como si nada hubiera pasado, mucho menos esconder la cabeza en ella, como las avestruces; no queda sino batirnos, tenemos la responsabilidad de luchar por volver a México, una sociedad de paz, de buscar la justicia social. Por Jorge y Javier, por la sangre derramada a lo largo de estos años, por nuestro México y todo lo que representa.
Que Dios sea quien nos guíe. Amén.

sábado, 12 de marzo de 2011

Más palabras, conceptos y frases en tzeltal

Mismo formato.

Ma'ayuk wocol. Sin problema. De nada.
Mut. Pollo. Pollo, pero también se le puede llamar mut a la gallina o al gallo.
Me'mut. Mamá pollo. Gallina.
Tatmut. Papá pollo. Gallo.
Wacax. Res. Res-vaca, así se le puede llamar tanto a la vaca como al toro.
Me'wacax. Mamá res. Vaca.
Tatwacax. Papá res. Toro.
Para el resto de los animales a continuación ya sólo se dará el nombre sin diferenciar hembra/macho.
Chitam. Cerdo.
Kawu. Caballo.
Choj. Jaguar.
Bahlam. Puma.
Tumin-chij. Venado de algodón. Borrego.
Chij. Venado
Tentsum. Chivo.
Kots. Guajolote.
Tuluk. Guajolota.
Xik'. Águila.
Lum. Tierra. Tierra
Lumal. Pueblo. Pueblo, pero de nuevo, el sufijo -al, denota no-posesión.
Ixim. Maíz. Maíz.
Wocol. Problema. Problema.

...

miércoles, 9 de marzo de 2011

Actualización de información del Municipio de Chilón

Según INEGI, en el 2010, Chilón:
Cuenta con 111,554 personas (vs. 95,907 en 2005).
La población derechohabiente es de 68,197 (vs. 1,534 en 2005).
El personal médico era de 52 personas (dato de 2009), lo que equivale a:
2,146 personas por cada personal médico (vs. 258 en Mty), o
1,311 personas derechohabientes por cada personal médico (vs. 190 en Mty).
Esto implica que la población en 5 años aumentó un 16.31%, y la población derechohabiente creció 4,345.70% en el mismo periodo.

Carnaval en Bachajón

El lunes y martes me tocó ver partes del carnaval de Bachajón. Es un carnaval muy particular, pues a diferencia de los demás, en los cuales el chiste es romper las reglas, en este se recuerda la fundación del pueblo de Bachajón; consecuencia, según la leyenda, de una guerra entre caribios y tzeltales.
Todo lo relacionado con el carnaval empieza desde semanas antes: después de una pequeña ceremonia en la iglesia, acompañados de tambores y caracolas, quienes representarán a los caribios parten a la selva, donde cazan animales que después disecarán. Supuestamente representando el carácter selvático y salvaje de los caribios.
Durante el carnaval, llegan los "caribios" de la selva, vestidos con camisas de musgo de ocote y con pequeños sombreros, todos ellos con su animal disecado. Pasaron lunes y martes, en la casa del capitán, quien representaba a los bachajontecos e iba vestido de rojo; en la tarde se reunían en la cancha de basquetbol enfrente de la agencia municipal; allí, al son de tambores y caracolas, daban vueltas un caribio al lado o atrás del capitán, de su portaestandarte, de tzeltales o de tzeltales disfrazados de mujeres, esto representa la leyenda, según la cual los caribios ganaron la batalla, pero al intentar poseer a las mujeres (se estaban bañando en el río), éstas sacaron sus piedras y les dieron en la torre a los caribios.
Después de un buen rato, el lunes terminó la música y se suspendió la representación; el martes, último día del carnaval, se concluyó con los caribios paseando en sillas al capitán, al agente municipal y a los principales (los ancianos del pueblo, que son como los miembros socialemente más importantes).
Durante los días que duró el carnaval, el pueblo se convirtió en "la gran cantina de Bachajón", a diferencia de Guaquitepec, y otros pueblos donde los padres desterraron el trago en esas fiestas, eso no sucedió en Bachajón, quizás por eso todos los tzeltales se vienen a este carnaval. Los bachajontecos históricamente tienen fama de bebedores y violentos, algo así como wild rovers, entonces era común encontrar en las calles hombres (las mujeres no toman) durmiendo, trastabillando, o con ojos rojos y cansados.

lunes, 7 de marzo de 2011

Carnaval de Guaquitepec

El sábado 5 y domingo 6 de marzo, estuve de chofer del padre Nacho. El sábado fuimos a la comunidad Santa Cruz Yaxté, hubo confesiones, 3 bodas, como 15 bautizos y 21 confirmaciones, en la iglesia (una antigua tienda de raya con una radio zapatista), todo el paquete completo empezó como a las 10:30 a.m. y terminó después de las 8:30 p.m., eso sí, hubo dos horas para comer y tomar un segundo aire, de 4:00 p.m. a 6:00 p.m.
Al día siguiente, salimos hacia Guaquitepec, la parroquia del padre Nacho, allí llegamos cerca de las 8:30 a.m. a participar del carnaval. La manera de celebrar el carnaval (por lo menos el domingo), es la siguiente: llegamos a casa de un Kapitán (los encargados de preparar la fiesta), los Principales, los kapitanes, alcaldes y musikeros; en cada casa se ofrecen tepache y cigarros.
Los musikeros inician a tocar música (con violín, guitarra y flautas), luego empieza una danza de los kapitanes, todos ellos con máscaras, en la cual juegan a restregarse en la cara, colas de ardillas; cuando se acaba la música, se acaba la danza. Una vez que se termina el tepache, toda la banda se pasa a otra casa, donde se vuelve a repetir todo el mismo proceso.
A la hora de la comida, en casa de uno de los Principales, comimos xixal: una tortilla gruesa con granos de frijol, y bebimos atole y otra bebida de un tubérculo, la cual utilizan para relajar (sabía como a té de hierbas). El atole está en unas como calabazas y se pasa de mano en mano.
Después de la hora de la comida, se continúa visitando las casas, y continúa la música y la danza, ayer la hora de finalización era a las 6 p.m., salí de Guaquitepec con destino a Bachajón cerca de las 4 p.m.

Los relatos del padre Nacho SJ: Invernar en verano

La otra vez, me comentaba el padre Nacho S.J., el sacerdote con más tiempo en la misión (48 años), que le ha tocado conocer comunidades, en las cuales todas las casas están a oscuras en el tiempo en el cual ya se ha agotado completamente el maíz del año. Las personas duermen todo el día y sólo se levantan cada cierto periodo de horas a tomar un té de hierba para posteriormente volver a dormir.
Así duran hasta que llega el tiempo de volver a cosechar y trabajar el campo.