jueves, 27 de enero de 2011

Haiku

Bestias de motor,
pasan por asfalto
sus fantasmas.

Las exequias de don Samuel

"La Iglesia militante no es un desfile, sino un motín"
G.K. Chesterton
Ayer miércoles 26 de enero, tuvieron lugar las exequias de don Samuel Ruiz. La ceremonia fue en el atrio de la Catedral de San Cristóbal de las Casas, en presencia del nuncio, varios obispos y sacerdotes, así como de los feligreses, en su gran mayoría indígenas provenientes de distintas partes de Chiapas que se reunieron a dar un último adiós a quien fuera defensor de sus derechos.
Desde antes de que iniciara la misa, un padre se encargó de animar a los presentes gritando "¡Viva don Samuel!", la ceremonia fue muy emotiva, se leyó el relato de la vocación de Jeremías (del cual sacó su lema episcopal: "Edificar y plantar"), el Evangelio se leyó en tsotsil, tzeltal y español, fue las Bienaventuranzas. El nuncio leyó un mensaje de parte de la Secretaría de Estado del Vaticano y la bendición de Benedicto XVI, el obispo de Tuxtla, vicepresidente de la CEM, leyó el mensaje de la CEM; don Felipe Arizmendi, actual obispo de San Cristóbal, dió la homilía, honró a don Samuel y exhortó a seguir el camino evangélico del amor a los pobres. Las peticiones se dieron en seis lenguas indígenas.
Sin embargo, fue el final la parte más emotiva, pasó a hablar un representante de las "Abejas de Acteal" y otro de "Pueblo creyente", ambos hablaron sobre la importancia de don Samuel en la concientización de los indígenas y en la lucha por sus derechos, fue él quien la inició. Después de ellos habló don José Ruiz, su hermano menor, el único que le sobrevive, mientras hablaba se le quebró la voz.
Una vez que don José hubiera terminado, se acercaron el nuncio y los obispos (y jtatic Conrado S.J., de colado), rociaron con agua bendita el féretreo y al son profundo de las caracolas, lo llevaron dentro de la catedral seguidos de los sacerdotes, familiares y representantes de gobierno. Apenas se cerraron las puertas, la multitud reunida estalló en clamor espontáneo: "queremos obispos amigos de los pobres", "queremos obispos amigos de los pobres". Vox populi, vox Dei.

jtah jbahtik,Tatic Samuel

El lunes 24 de enero, día de Nuestra Señora de la Paz y de San Francisco de Sales (quien fuera obispo); nos avisaron alrededor de las 10:40 en la oficina, que don Samuel Ruiz, obispo emérito de la diócesis de San Cristóbal de las Casas. Apenas el año anterior había cumplido 50 años de consagración episcopal y al día siguiente 25, cumpliría su aniversario 51.
Me comentaba jtatic Nacho Morales S.J., quien fuera buen amigo suyo, que don Samuel llegó muy joven a la diócesis, de apenas 35 años. Sus padres fueron dos braceros que vivían en Estados Unidos, pero regresaron para tener a su hijo en Irapuato, Guanajuato; de ahí que tuviera como lenguas maternas el inglés y el español. En el seminario aprendió griego y latín, posteriormente, estudiando en Roma, aprendió francés e italiano; debido a que realizó estudios de posgrado en Sagradas Escrituras en el Instituto Bíblico de Roma, pudo aprender también Hebreo y Arameo. Durante su obispado puedo aprender tsotsil, tzeltal, y en menor medida ch'ol y tojolabal. Entonces hablaba 4 lenguas modernas, 4 clásicas y 4 indígenas.
Me comentaba también jtatic Nacho, que don Samuel tenía muchos dones para el diálogo, de hecho fue el gran mediador en los Acuerdos de San Andrés, allá en el '94, cuando los zapatistas se levantaron en armas. El jtatic Pepe Avilés S.J., me comentaba que consideraba a don Samuel como el más grande defensor de los indígenas, aún más que fray Bartolomé de las Casas, pues mientras que el primer obispo de Chiapas apenas vivió 9 meses en su diócesis (el resto de sus últimos 16 años de vidalos pasó defendiendo a los indígenas en España), el primer obispo de San Cristóbal, los defendió durante sus 40 años de ministerio activo y los siguientes 10 ya como obispo emérito.
Tambien pá, allá en Monterrey, me comentó que murió el padre Aureliano Tapia, un sacerdote muy querido en Mty. Descansen en paz.

Hospital de San Carlos

El sábado 22 cumplió jtatic Conrado S.J., como se encontraba en una comunidad lejana oficiando una boda y llegó hasta la noche; se festejó, aquí en la misión, el domingo 23 a la hora de la comida.
Cuando la comida estaba por terminar, y jtatic tenía que apurarse para la misa de la tarde, llegó una visita un tanto inesperada: un joven matrimonio y su hijo.
El niño se había quemado el costado (2° grado) y los padres habían buscado atención médica para su hijo, la cual es muy escasa en el municipio de Chilón. Finalmente, encontraron un médico (creo que del sistema público de salud) quien sólo le aplicó una gasa a la quemadura, con eso prácticamente le "pegó" la gasa a la piel. El papá fue hasta Yajalón (municipio pegado a Chilón), buscando otro doctor que le atendiera el niño y le corrigiera el error del otro, pero el precio por ello era demasiado alto (servicio particular), entonces fueron a la misión. Llevaban ya dos o tres días buscando asistencia médica. La madre, embarazada, tenía un rostro marcado por la desolación y el extravío, batalló para reaccionar en varias ocasiones.
Como jtatic tenía que oficiar misa, nos envió a los prenovicios Elías y Pancho y mí, el voluntario, hacia Altamirano; donde se encuentra el Hospital San Carlos. Manejamos cerca de 2 horas (quizás un poco más) por caminos sinuosos y en no muy buen estado, hasta llegar al Hospital San Carlos, donde atendieron al niño y permitieron a los padres quedarse en el albergue.
El Hospital San Carlos es como un oasis en medio del desierto; es atendido por las Hermanas de la Caridad (de San Vicente de Paul). Tiene algunos detalles interesantes, como un albergue para los familiares de los enfermos y les permite estar en todo momento con los enfermos (no sólo una persona a ratos); pues entre los tzeltales, la soledad es causa de enfermedad.
El hospital fue construido gracias a donativos de holandeses, nos explicó la hermana superiora mientras nos daba un recorrido; y se mantiene básicamente con donativos, pues sólo cobran a cada atendido según sus posibilidades. Cuando Pancho preguntó si venía alguna ayuda por parte del gobierno, la hermana (una persona sumamente amable y sonriente), sólo sonrió y nos dijo "al contrario, nos quitan recursos".
Una vez terminado el recorrido, ya asegurada la familia, regresamos Pancho, Elías y yo a la misión, obviamente el viaje de regreso fue mucho más callado, no pudimos olvidar el rostro dolorosamente extraviado de una joven madre.

viernes, 21 de enero de 2011

K'in jch'ul Xap

El 20 de enero es, según el santoral, el día de San Sebastián, mártir y patrono de medio Bachajón, la otra mitad de la comunidad está bajo el patronato de San Jerónimo. Por lo que desde el 12 de enero se inició la novena a jch'ul Xap, y de manera particular a partir del domingo 16, cuando se empezó con música en vivo hasta como las 2 am, dos horas de descanso y a las 4 am cohetes para despertar al santo (y a los vecinos de la iglesia, como yhn). A medida que se aproximaba el 20, la fiesta fue creciendo en intensidad, hasta llegar a las vísperas el 19, y el día 20 en los que hubo castillos de cohetes, bailes (el 20 hubo uno muy interesante donde niños disfrazados y con máscaras, caminaban alrededor del atrio de la iglesia, al ritmo de la música), más música en vivo y más cohetes.

Para los tzeltales es muy importante el honrar a los santos, pues se tiene la creencia de que los santos han estado en la población desde el inicio de los tiempos y son los encargados de decirle a Dios Padre, qué es lo que les falta a sus hijos acá abajo. Entonces la población tiene algo así como un trato con el santo, él les asegura su sustento y protección; y ellos darle el honor correspondiente. Por tanto, la comunidad a través de sus principales, delega a varios Alkanes (capitanes) quienes son los encargados de organizar y aventarse toda la chamba de la fiesta durante los nueve días, también mención aparte merecen los músicos, quienes se la pasan tocando casi todo el día por varios días, desde la madrugada hasta la noche, honrando al santo.

Territorio Tzeltal

Bachajón, Municipio de Chilón, Chiapas


La misión jesuita de Bachajón, está enclavada en la comunidad con el mismo nombre, la cual está dentro del municipio de Chilón, en una zona que es transición entre Los Altos y la selva; casi exactamente en medio de San Cristóbal de las Casas y Palenque. Es territorio tzeltal, con la gran mayoría de la población perteneciente a esta etnia y hablando este idioma (precisamente en su variante Bachajón Tzeltal).


A pesar de que los tzeltales son la etnia indígena más numerosa del estado, las ciudades de San Cristóbal de las Casas (tsotsil) o Palenque (ch'ol) están más pobladas que Ocosingo, la población más grande de tzeltales. Por lo que la mayor parte de los tzeltales se encuentran diseminados en pequeñas comunidades a lo largo de la región centro-oriente de Chiapas.


La dificultad para acceder a todas las pequeñas comunidades tzeltales, ha resultado en una conservación de constumbres muy fuerte. Todavía es posible ver a adolescentes vestidas con su tsekel, su falda tradicional azul marino con una faja bordada de flores sobre fondo negro, y su ku'ul, blusa blanca bordada. Así es como van vestidas todas las mujeres, desde las niñas hasta las ancianas. Los hombres van vestidos de manera muy similar a como visten los campesinos de casi todo el país, camisa larga con pantalón, botas (o zapatos) y sombreros.


Por otro lado el tzeltal sigue siendo el idioma del día a día y en la casa, sólo cuando hablan con kaxlanetiks (ladinos, lo cual incluye a todos los hombres que no son bats'il winiketik, "hombres verdaderos", o sea las razas de los antiguos indígenas que poblaron mesoamérica). Otro resultado de su aislamiento ha sido la preservación de su fuerte sentido comunitario, de hecho en su idioma no existe el "yo soy", está en función de los otros.







miércoles, 5 de enero de 2011

A manera de presentación

El propósito de este blog será ser una especie de journal personal,y también un espacio en el que se pueda discutir de cualquier cosa, sin importar la "seriedad" o "frivolidad" de la cuestión. Su motivo de existencia es el viaje por seis meses a las montañas de Chiapas, en donde trabajaré en la Misión Jesuita Tzeltal de Bachajón; entonces esta será una manera por la cual intentaré mantenerme en contacto con ustedes; con la esperanza (o amenaza) de continuar existiendo a pesar de regresar a Monterrey (o de irme a otro lado).
El título es una frase del libro Manalive, escrito por G.K. Chesterton ("Man found alive in two legs."), un manifiesto de la alegría de vivir y lanzarse a la aventura sin miedos o falsas esperanzas, sino en completa libertad.